sábado, 18 de julio de 2009

ALGUNAS IDEAS SOBRE LA FIDELIDAD


FIDELIDAD ES

Tener el corazón y la cabeza siempre en “casa"

Fidelidad es buscar que todos los pensamientos, y comportamientos de conquista sexual sean para el cónyuge
La mejor manera de cuidar la fidelidad propia y la del cónyuge es mantener el cultivo del cariño, la amistad y la pasión.
La infidelidad es inhumana y estúpida; a mediano o a largo plazo se convierte en un infierno para los cónyuges y los hijos
La infidelidad no es solo hacia el cónyuge; también es hacia los hijos, hacia uno mismo, hacia el propio sueño de AMOR
A mayor nivel de vanidad, mayor riesgo de infidelidad...
Aunque NADA justifica la infidelidad, muchas cosas la explican: sentirse solo(a) criticado(a), asfixiado(a) desatendido(a) desvalorizado(a) no apoyado(a), maltratado(a), aburrido(a)
Si se siente aburrido(a) en su relación de pareja busque una salida diferente a la infidelidad: hable, asista a una terapia, lea sobre el amor, hable con un sacerdote, rece; pero NO traicione o engañe.
La infidelidad se puede llevar por delante no solo la confianza en el otro (base de una buena relación) sino también la salud mental de todos los de la familia.
El cuidado de su fidelidad comienza por el cuidado del corazón. Sígale la “pista a sus intenciones, pensamientos, acciones, miradas, posturas y rectifique si en su relación con otra persona que no es su cónyuge, se está “incubando” una atracción.
El cuidado de la fidelidad del cónyuge no se consigue investigando (aunque veces toca…), revisando, desconfiando reclamando; se consigue: ¡amándolo (a)!
Bien acertado estaba el poeta Werner Bergengruen: “El amor se prueba en la fidelidad y se completa en el perdón”. Perdone y crecerá su capacidad de amar y la de su cónyuge.

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