sábado, 18 de julio de 2009

¿ Qué puede hacer el cónyuge que fué infiel, para sanar el matrimonio?
1.Si la infidelidad ya fue descubierta reconocer el error, aceptar la infidelidad frente al cónyuge.
2.¡NO MÁS MENTIRAS O MANIPULACIONES PARA TAPAR EL ERROR, SERÍA MONSTRUOSO!
3.Pedir perdón al cónyuge. Si los hijos se han enterado, pedir perdón a los hijos.
4.Las primeras semanas mostrarse muy humilde, paciente y abierto para responder algunas (no todas) preguntas del cónyuge. (preguntas sobre el personaje: edad, trabajo, donde se conocieron, donde se veían, tiempo de duración de la relación)
5.Mostrarse muy empático y compresivo frente al “tsunami” emocional del cónyuge traicionado: depresión ira, ansiedad, agresividad, tristeza, humillación, decepción, etc.
6.Tomar la decisión y comunicarla al cónyuge; de cortar la relación extramatrimonial. Si se siente ambivalente, buscar ayuda, para reforzar la decisión de volver al matrimonio.
7.Es mejor, si aún no se ha cortado la relación extramatrimonial, hacerlo de una, no esperar pues las consecuencias matrimoniales pueden ser más graves aún si el cónyuge ya sabe de la relación y se da cuenta de que no se ha terminado.
8.Hacer la llamada heroica: llamar al personaje con el que se “enredó” y comunicarle la decisión de cortar la relación.
9.Si es necesario( si aún hay apego al “personaje”) nombrar un equipo de apoyo: dos o tres personas a las cuales comunicarles la decisión de cortar la relación de infidelidad. Cuando se sienta debil ( con ganas de llamar o de ver al “personaje”) llamarlos para pedir apoyo para NO permitirse llamadas o encuentros.
10.Los meses posteriores al descubrimiento de la infidelidad mostrarse muy transparente frente a su día a día. Comunicar al cónyuge cada lugar, actividad, persona con la que estará. Ser totalmente sincero y veraz sobre los lugares y las personas con las cuales se encuentra, sin importarle las consecuencias.
11.Ser paciente, bondadoso y comprensivo frente a la posible desconfianza y paranoia del cónyuge. Esto es responsabilizarse por las consecuencias que la decisión de ser infiel ocasionaron.
12.Invertir tiempo sobre la relación conyugal, llegando temprano a la casa, estando más tiempo con los hijos, teniendo iniciativas para salir con el cónyuge disminuirán la herida y el dolor del cónyuge.

ALGUNAS IDEAS SOBRE LA FIDELIDAD


FIDELIDAD ES

Tener el corazón y la cabeza siempre en “casa"

Fidelidad es buscar que todos los pensamientos, y comportamientos de conquista sexual sean para el cónyuge
La mejor manera de cuidar la fidelidad propia y la del cónyuge es mantener el cultivo del cariño, la amistad y la pasión.
La infidelidad es inhumana y estúpida; a mediano o a largo plazo se convierte en un infierno para los cónyuges y los hijos
La infidelidad no es solo hacia el cónyuge; también es hacia los hijos, hacia uno mismo, hacia el propio sueño de AMOR
A mayor nivel de vanidad, mayor riesgo de infidelidad...
Aunque NADA justifica la infidelidad, muchas cosas la explican: sentirse solo(a) criticado(a), asfixiado(a) desatendido(a) desvalorizado(a) no apoyado(a), maltratado(a), aburrido(a)
Si se siente aburrido(a) en su relación de pareja busque una salida diferente a la infidelidad: hable, asista a una terapia, lea sobre el amor, hable con un sacerdote, rece; pero NO traicione o engañe.
La infidelidad se puede llevar por delante no solo la confianza en el otro (base de una buena relación) sino también la salud mental de todos los de la familia.
El cuidado de su fidelidad comienza por el cuidado del corazón. Sígale la “pista a sus intenciones, pensamientos, acciones, miradas, posturas y rectifique si en su relación con otra persona que no es su cónyuge, se está “incubando” una atracción.
El cuidado de la fidelidad del cónyuge no se consigue investigando (aunque veces toca…), revisando, desconfiando reclamando; se consigue: ¡amándolo (a)!
Bien acertado estaba el poeta Werner Bergengruen: “El amor se prueba en la fidelidad y se completa en el perdón”. Perdone y crecerá su capacidad de amar y la de su cónyuge.